YohoY es un ser sin cabeza.
Desde su ombligo rotundo,
respira tranquilo y profundo.
Y desde su gran corazón,
contempla todo con amor.
Muy antigua la marioneta es
y con ganchillo hecha está.
Tiene un gran valor añadido
el tejer es como meditar,
en ello ocurre algo similar.
El cerebro en calma total
concentrado en el retal,
los pensamientos ahí están,
unos vienen y otros van,
pero sin apego letal.
Demuestra paciencia
de muestra un botón
su tiempo conlleva y
una recompensa lleva.
Es calar una cordillera.
Por estas razones y más,
juntarse a tejer se hará,
en familia o en particular.
Punto a punto, que yo
también me apunto.
yo Soy
YohoY
Mira con el corazón
respira desde la tripa
yo Soy
YohoY
yo Soy
YohoY
Ejercicio Sin Cabeza
Como el tejer, con la barbilla pegada al pecho.
La "Vía sin Cabeza" de Douglas Harding
Ducha fría todos los días, prueba el Método Wim Hoff.
Meditación de pie
(Zhan Zhaung)
yo Soy
Un hilo nos coge desde el punto más
alto de la cabeza a una estrella en los confines del Universo.
sonrisa celestial
Barbilla ligeramente metida,
para estirar las cervicales
pecho hundido.
Rodillas suaves y
flexionadas
Hombros caidos
Espalda recta y relajada,
en su posición natural.
nos sentamos en las caderas.
echamos raices y volvemos
a coger aire hasta el cielo
YohoY
Las Meninas de Tebas
Hesicasmo
Velázquez pintó a San Antonio Abad, fundador de la primera orden monacal cristiana y a San Pablo, el primer ermitaño. Estos primeros cristianos eran conocidos como los padres y las madres del desierto. Buscaban la Hesiquía, la quietud interior para llegar a la unión mística con Dios. Repetían sin parar, como un mantra la "Oración del Corazón" con el ritmo de la respiración y pegaban la barbilla al pecho para bajar de la cabeza al corazón, su intención era ver con el corazón. Esto lo hacían en quietud meditativa y normalmente de pie. Abba Besarion, discípulo de San Antonio en una ocasión se rodeó de zarzas y cactus para no parar de meditar durante 14 días y sus noches, después nunca más se volvió a tumbar. El tejer era la actividad principal durante el resto del día de estos ascetas, que no es más que otra práctica meditativa en la que se pega la barbilla al pecho. Así encontraban la Nepsis, conocido como "watchfulness" muy similar al mindfulness, el estado de sobriedad necesaria para llegar a la catarsis. Como señala San Hesychios de Alejandría; "una continua fijación y detención del pensamiento a la entrada del corazón". Estos padres y madres del desierto, además se tenían que enfrentar a las inclemencias del tiempo, calor extremo por el día, con un clima muy seco del desierto, por lo que por la noche el calor se disipa rápidamente y las noches son muy frías. Por eso salen representados con largas melenas y hasta con pelo por el cuerpo, en la imagen María Magdalena y San Onofre que era de Nubia aunque nunca sale pintado negro. En el centro escena bizantina de captura de blemios, que según Plinio el Viejo en su Historia Natural eran nubios, de los que Velázquez tenía dos ejemplares. El Hesicasmo en el s. XIV, por sus extrañas prácticas yóguicas y su afán de "iluminación", tuvo importantes controversias que San Gregorio de Palamás logró defender hablando de las energías no creadas de Dios, con las que el ser humano sí podía participar, aunque no de La Esencia, ya que es inefable. El ejemplo que usó fue la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor.